Lugar: Latam
Fecha: 4 de septiembre de 2023

Felipe Parra
Marketing Manager
Connectis ha hecho una firme apuesta por el talento joven. Desde hace algunos años, la compañía desarrolla una política de incorporación de jóvenes profesionales a su plantilla. Todo comienza con la selección de estudiantes que están finalizando su formación profesional para que se incorporen a la empresa a realizar sus prácticas; o bien, con la búsqueda de jóvenes talentos que estén dando sus primeros pasos en el mercado laboral.


“Ofrecer una oportunidad a las chicas y chicos que vienen terminando su formación profesional o que están en los inicios de su carrera es una responsabilidad para nosotros. Los jóvenes que estudian disciplinas ligadas con TI aspiran a poder desarrollarse como profesionales y como personas en empresas como la nuestra. Por eso, es importante responder a esa expectativa y ofrecer lo mejor de nosotros para que esa experiencia tenga excelentes resultados tanto para los equipos que ya son parte de Connectis, como para los clientes y los nuevos talentos”, señala Noemi Sakitani, Directora de Recursos Humanos de América Latina. Esta práctica está alineada con la política ESG de Connectis, uno de cuyos pilares es la Atracción, retención y desarrollo del talento.
Entrevistamos a tres jóvenes profesionales en Argentina, Brasil y Chile que nos contaron de su experiencia en Connectis.

Franco Corvalan estudió Programación en la Universidad Tecnológica Nacional de Buenos Aires. Tiene 25 años y acaba de cumplir dos en Connectis, tiempo que “ha pasado volando” dice sonriendo. “Yo estudié Testing QA y automatización de pruebas así que estaba buscando una pasantía con estas funciones porque me gusta, me llama la atención y quería desarrollarme profesionalmente en esa área”.
Deyvison Uchoa (25), Analista de Sistemas del Centro Universitario UniCarioca y Postgrado en testing de calidad y desarrollo de software con metodologías, se incorporó a Connectis hace dos años (su segunda experiencia laboral) porque “tenía ganas de crecer, de dar el siguiente paso en mi carrera, después de desarrollarme mucho en mi etapa anterior. Y Connectis me pareció una empresa muy grande, con diferentes divisiones y grandes oportunidades”.

“En Connectis intentamos desarrollar una cultura de trabajo basada, entre otros valores, en la autonomía porque es uno de los elementos que más valoran los colaboradores y que más impacto tiene, tanto en la satisfacción personal con el trabajo, como en el clima laboral”, afirma Noemi Sakitani. Según diversas investigaciones, los equipos con mayor autonomía llegan a alcanzar niveles más altos de rendimiento y de engagement.
Por esto, no es raro que los tres entrevistados subrayen los niveles de autonomía progresiva que han alcanzado en Connectis como uno de los aspectos más destacables de su experiencia en la empresa.

“Poco a poco empecé a dedicar más tiempo y atender a nuevos proyectos. Y luego fue aumentando la responsabilidad porque al principio solo tenía que seguir unas pautas, pero después tuve que empezar a decidir si algunos casos eran automatizables o no, y tener un criterio propio Lo que más he valorado es la libertad que siento para tomar decisiones porque eso significa un reconocimiento”, recuerda Takechi. “Cuando entras como alumno en prácticas, no te mandan a hacer lo que nadie más quiere hacer. Acá te enseñan y siempre estás acompañado en un proyecto. Eres uno más y tienes las mismas responsabilidades que los demás, así que es un muy buen punto de partida”, agrega.
“Empecé conociendo el entorno, la forma de trabajar del cliente, la gente en las salas de diseño y los proyectos en los que estaría trabajando. Ahora los proyectos que tomo son cada vez más grandes porque siento que los gerentes y el cliente confían en mí. Cada día es un nuevo desafío”, cuenta Deyvison.
La pertenencia al equipo es otro de los factores que destacan los jóvenes profesionales de su experiencia en Connectis. “Los compañeros me dieron mucha confianza y yo sentí que podía preguntar de todo. La experiencia fue mejor de lo que imaginaba porque me hicieron sentir muy cómodo: me contaban sobre la empresa, sobre el equipo y las herramientas que usaban”, señala Franco.
“Para nosotros es muy importante que los nuevos colaboradores se sientan parte del equipo lo antes posible, que esta sea una forma de hacer las cosas distintiva de Connectis y que se replique en distintas generaciones”, explica Noemi Sakitani. En efecto, la manera en que estos jóvenes se han sentido integrados en los equipos es un impulso para que ellos se propongan hacer sentir lo mismo con las nuevas incorporaciones.

“Ahora, cuando entra una chica o un chico nuevo, intento ponerme en su lugar e imaginar todas las preguntas que yo haría para responderles de la misma manera que hicieron mis compañeros conmigo. Quizás mi miedo fue sentir que mis preguntas podían ser tontas, y no quiero que nadie lo sienta así”, señala Franco.
“Desde el primer día, el grupo me dio mucho apoyo en cualquier problema. He hecho grandes amigos y siempre nos ayudamos. Creo que el equipo es lo que más destacaría de Connectis. Por eso, también empecé a formar a la gente nueva que llegaba”, cuenta Deyvison.
Franco también valora el hecho de que pueda aplicar las herramientas que ha estudiado. “Por ejemplo, a mí me gusta mucho todo lo que es automatización y, poco a poco, mis jefes me fueron sumando a los proyectos que la incluían. Es que el equipo te va ayudando a cumplir esas metas personales”. En el ámbito personal, Franco dedica mucho tiempo a estudiar inglés y a correr para preparar carreras. Entretanto, ha encontrado un departamento para mudarse e independizarse del hogar familiar.

Takechi pudo compatibilizar el último año de la carrera y el Magíster en Ingeniería de Negocios (para obtener una doble titulación) al tiempo que hacía su práctica. “En Connectis me dieron muchas facilidades para asumir la carga académica y podía gestionar mis horarios porque estaba cumpliendo los objetivos del trabajo”, recuerda.
Takechi Hernández (25) estaba buscando su práctica profesional de la carrera de Ingeniería Industrial, que estudió en la Universidad de Chile, cuando conoció la oferta de Connectis. “Estuve un tiempo esperando que me aceptaran hasta que en enero de 2021 pude entrar. Ya tenía buenas referencias porque un amigo y compañero de carrera había hecho el mismo camino en la empresa”.

Deyvison piensa que en estos dos años en Connectis ha “evolucionado como persona y profesional”. Ha descubierto el Pilates y “lo recomendaría especialmente para los que trabajamos en la computadora, sentados todo el día: es maravilloso. Cuando no lo practico, siento la espalda tensa”. También se ha comprometido con su novia, cuenta con una sonrisa.
“Estamos muy contentos de que nuestros jóvenes profesionales se sientan parte del equipo Connectis, que puedan desarrollarse profesionalmente y que estén satisfechos”, concluye Noemi Sakitani.